8 grandes ideas para sumergirse en la cultura veneciana
Para conocer bien Venecia hay que verla como la ven los lugareños. Eso significa ir más allá del turismo y unirse a los venecianos en sus pasatiempos tradicionales, remando como un gondolero, comprando gambas en el mercado de Rialto o abandonando los juguetes tecnológicos por un curso intensivo de grabado en mármol o artesanía en cristal.
1. Cursos de inmersión lingüística
Como sucede a tantos millones de viajeros, visitar Venecia despierta la fantasía cuando uno se imagina viviendo en uno de sus palazzi. Si al menos se conoce el nombre de esa hortaliza rara y se puede pedir una copa entre los fornidos gondolieri en el bar Al Bottegon, seguro que será más fácil descubrir los secretos de esta escurridiza ciudad.
Si el viajero anhela conectar así con la ciudad, tiene que matricularse en clases de italiano en la Venice Italian School. Dirigida por Diego y Lucia Cattaneo, las clases sacan a los alumnos a las calli (callejuelas) gracias a una serie de experiencias culturales inmersivas que incluyen cata de vinos, clases de cocina, remo e incluso soplado de vidrio. Los cursos de una y dos semanas (290/530 €) pueden customizarse para grupos o en formato individual; las clases culturales pueden reservarse por separado (65 € por persona).
2. Remar como un gondolero
Durante siglos, la única forma de recorrer la laguna de 500 km2 era por cuenta propia. Levantarse y mirar hacia delante, como hacen los gondolieri, permite ver mejor los juncos y el agua, mientras que colocar el remo en un lateral facilita la maniobrabilidad dentro del intrincado sistema de canales de la ciudad.
Venecia, gondolero © Moyan Brenn - www.flickr.com/photos/aigle_dore/26425475725
Conocido como voga alla Veneta, este estilo de remo es exclusivo de Venecia, y dominarlo gracias a los expertos cursos de Row Venice es la única manera de conectar, en cuerpo y alma, con el dinámico ecosistema del que depende Venecia. También es un interesante cambio de perspectiva, ya que uno pasa a formar parte de las vistas –el canal– que suele contemplar. Hay clases a partir de 85 € para 1-2 personas, y duran 90 minutos.
3. Clases de cocina de una condesa
Existe una prueba infalible para distinguir una verdadera osteria (taberna) veneciana de una impostora: comprobar que no sirva platos ‘poco’ auténticos como lasaña, espaguetis a la boloñesa o pizza. La laguna es un entorno único, por lo cual la despensa veneciana cuenta con ingredientes inusuales, como el cangrejo blando de temporada, las galeras y el bruscandoli (lúpulo silvestre).
Apuntarse a un curso de cocina es una buena manera de adentrarse en este universo de sabores exóticos, y un buen sitio para empezar es el palazzo de Enrica Rocca, la condesa cocinera. Acompaña a sus alumnos al mercado de Rialto antes de llevárselos a su casa, donde imparte una animada clase de cocina entre copas de Prosecco (curso de medio día/un día 190/290 €).
4. Aprender los secretos del cristal veneciano
En un mercado inundado de productos baratos de importación es fácil perderse la magia del cristal veneciano. Pero que nadie se equivoque, mientras otras tradiciones artesanales se han convertido en reliquias de épocas pasadas, los maestros del cristal de Murano han conservado su arte, nutriendo a talentos internacionales como Dale Chihuly y exportando sus extraordinarias lámparas araña a mansiones y hoteles de lujo de todo el mundo.
Venecia, fundición de cristal © Chad Goddard - www.flickr.com/photos/39537600@N04/11165736696
Aparte de la alquimia de convertir el silicio líquido en cristal fundido, hay un montón de técnicas como el trabajo a soplete, el grabado directo, el grabado al ácido, el murrine (con bastón de vidrio) y el battuto (tallado). Los maestros Davide Penso y Patrizia Iacovazzi (de PerlaMadreDesign) ofrecen una fascinante visión de esta artesanía en las clases de su estudio (taller de 1/2 días, 120/250 €).
5. Talleres de mosaico
Es natural parpadear la primera vez que uno ve los brillantes mosaicos dorados que cubren el exterior y el interior de la Basílica de San Marcos. En la fachada la luz recorre y titila sobre cinco portales que cuentan la historia apócrifa de cómo los mercaderes venecianos lograron sacar de Egipto el cuerpo de san Marcos en un barril de manteca en el año 828 d.C. Con ellos llegaron los maestros artesanos de los mosaicos del mundo bizantino, quienes se sintieron como en casa en aquella laguna luminosa donde los maestros del cristal eran capaces de conjurar una paleta de smalti (teselas de cristal de colores) casi infinita, incluido el reluciente oro de 24 quilates que cubre la Basílica de san Marcos.
Este ‘arte divino’ prosigue sin alteraciones en la fundación Orsoni, donde artistas y diseñadores de todo el mundo asisten a cursos de 1 o 2 semanas (780/1400 € por persona). También hay un taller de 3 días para principiantes (500 € por persona).
6. Artesanía en papel y decoración de máscaras
Tradiciones como la encuadernación, el gofrado, la impresión y el papel de aguas surgieron en el s. XIV, cuando Venecia lideraba la entonces floreciente industria editorial. Del mismo modo en que la luz sobre el agua inspiró a los maestros del cristal, las misteriosas y turbias profundidades de la laguna han sido fuente de inspiración de sinuosos estampados e impresiones de estilo ebru (marmoleado).
Venecia, máscaras venecianas © gnuckx - www.flickr.com/photos/gnuckx/4701954090
Los viajeros con inclinaciones artísticas difrutarán con un curso de encuadernación en Fabricharte (2 días, 250 €) o de impresión en Fallani Venezia (curso de 1 h/medio día/un día 40/100/200 €). Incluso los niños pueden participar en talleres para pintar máscaras en Ca’Macana (1 h, 47 € por persona).
7. Deportes acuáticos venecianos
El vasto imperio mercantil de Venecia se construyó gracias a la destreza marinera. La fabricación de barcos era tan importante que los históricos astilleros Arsenale ocupaban 40 Ha. Todavía hoy, a pesar del foco turístico sobre el arte y la arquitectura de la ciudad, lo que más se ve son lugareños navegando, remando, pescando o recorriendo en kayak la laguna.
Es una buena idea unirse a ellos y disfrutar de su pasatiempo favorito por medio de un circuito en kayak por la laguna norte con Venice Kayak (circuito medio día/un día 90/120 €) o remando por los canales con SUP in Venice (70/50 € por persona por grupo de 2/4 personas).
Venecia, deportes acuáticos © Eugene Zagidullin - www.flickr.com/photos/e_asphyx/31025169161
Hay otras actividades marítimas tradicionales por las islas más silvestres, como las que ofrece Terra e Acqua (alquiler de un día 400 €, más 20 € por persona por almorzar a bordo) en sus históricos barcos bragozzo de quilla plana.
8. Campamentos arqueológicos de verano
Mientras en otras ciudades la arqueología está enterrada bajo tierra, en Venecia queda repartida por el mosaico de islas de la laguna, muchas de las cuales están repletas de reliquias fascinantes. Una de ellas es Lazzaretto Nuovo. Entre 1468 y principios del s. XVIII, todos los mercaderes que regresaban a la ciudad debían pasar una cuarentena en esta isla mientras los oficiales inspeccionaban y fumigaban su carga, para evitar plagas.
Es un lugar muy interesante que, poco a poco, va revelando sus secretos gracias a la dedicación de los campamentos arqueológicos amateurs de verano (350 € por semana, con comida y alojamiento) que hasta ahora han descubierto grafitis del s. XVI, dormitorios y cientos de objetos. Los aspirantes a Indiana Jones tendrán su papel en la recuperación de Lazzaretto entre abril y octubre, y podrán disfrutar de la vida en la isla.
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