Trinidad y Tobago

Escrito por
Lonely Planet

4 Septiembre 2024
3 min de lectura
© Martin Mecnarowski/Shutterstock
Ibis escarlata en los manglares del pantano Caroní de Trinidad.
Trinidad y Tobago ofrece mucho más que "sol, mar y arena". Esta república de islas gemelas con mucha historia y patrimonio es el hogar de 1,3 millones de personas de diversas etnias, identidades religiosas y culturales que viven en armonía y tienen fama de ser de lo más fiesteras. La cultura es la protagonista de esta joya del sur del Caribe. Desde los hipnóticos ritmos de la música soca en el momento álgido del carnaval hasta las delicias que hacen que todos los visitantes se conviertan en sibaritas, Trinidad y Tobago es el sueño utópico de los amantes de los viajes a todo color. 

Imprescindible

  • Observar aves, tortugas y caminar en el Asa Wright Nature Centre de Hadco Experiences, una finca de la cordillera Septentrional que acoge a entusiastas del medio ambiente de todo el mundo.
  • Disfrutar de las olas cerúleas de Tobago con deportes acuáticos y lugares para comer en la playa de Pigeon Point. Probar el delicioso cangrejo al curri y los dumplings de Miss Trim’s.
  • Saborear pizzas italianas con ingredientes frescos, como aceite con chadon beni y berenjena, en Kaiso City Pizza, Puerto España.
  • Visitar el panteón sagrado hindú, el Temple in the Sea, una colorida estructura octogonal en una calzada elevada en el golfo de Paria.
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Pigeon Point Beach, Tobago. John Harper/Getty Images ©

Pigeon Point Beach, Tobago. John Harper/Getty Images ©

Explosión cultural

En varias celebraciones de Trinidad y Tobago, cualquier creencia y raza encuentra igualdad, y no es solo una frase del himno nacional. Durante todo el año los visitantes tienen oportunidad de explorar un mundo moldeado por la rica amalgama de culturas, religiones e historia del país. Esta mezcla antropológica fusiona música, moda y comida, de una manera única y sin complejos.

El carnaval de Trinidad es el principal evento del calendario festivo. Es un espectáculo de meses de duración que presenta certámenes de tambores, luchas con bastones y conciertos de calipso. Este emocionante período culmina con desfiles de disfraces el lunes y martes inmediatamente anteriores a la Cuaresma. Esos dos días decenas de miles de fiesteros inundan las calles de la capital, Puerto España, y otras partes del país para divertirse con una ruidosa banda sonora de soca que suena a través de altavoces instalados en grandes camiones.

Otro festival es el Hosay, una celebración musulmana indo-caribeña en la que se llevan en procesión mausoleos o tumbas gigantes, conocidos como tadjah, y se dejan en el mar como lugar de descanso final. El Phagwah, o Holi, es el festival hindú de los colores, en el que se juega alegremente con polvos de vivos colores llamados abir para representar el triunfo del bien sobre el mal.

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Participantes del carnaval de Trinidad y Tobago, Puerto España. John de la Bastide/Getty Images ©

Participantes del carnaval de Trinidad y Tobago, Puerto España. John de la Bastide/Getty Images ©

Donde la naturaleza importa

Al otro lado de la bulliciosa escena festiva, el turismo sostenible cada vez constituye un atractivo más popular para escapadas tropicales serenas, limpias y verdes. Han resurgido atracciones ecológicas que enriquecen la experiencia del visitante e insuflan nueva vida a las comunidades más pequeñas.

En la localidad de Grande Riviere se halla uno de los principales puntos de anidación de tortugas laúd del mundo. Los vecinos crearon una asociación para protegerlas patrullando la playa por la noche contra los cazadores furtivos y empezaron a ofrecer circuitos turísticos. Como resultado, han surgido más lugares y Grande Riviere goza de una pequeña escena turística que beneficia tanto a los lugareños como a las tortugas.

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Tortuga laúd poniendo sus huevos durante la temporada de anidación. Jade Prevost Manuel/Shutterstock ©

Tortuga laúd poniendo sus huevos durante la temporada de anidación. Jade Prevost Manuel/Shutterstock ©

Deliciosa fantasía gastronómica

Si se tiene un antojo, casi seguro que en Trinidad y Tobago se encontrará una variación de ese plato que se busca. Con influencias culturales de las comunidades africana, asiática oriental, francesa, española, inglesa, holandesa, china e indígena, su gastronomía es tan amplia como sabrosa. Restaurantes como Freebird, en el sur de Trinidad, brindan experiencias fabulosas de la granja a la mesa, y entre las opciones de Tobago se cuenta Seahorse Inn, un paraíso de pescado y marisco que se completa con las relajantes olas de la playa cercana. 

Por su parte, la avenida Ariapita, en Puerto España, ofrece una oferta más informal de comida para llevar. Con platos como las pitas mixtas de pollo y cordero de Hassan Gyros o la delicia nacional llamada doubles (sándwich de garbanzos al curri) que sirve Sauce Team, los visitantes pueden disfrutar de una gran variedad las 24 h del día, agradables tanto para el paladar como para el bolsillo.

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