TOP 9 ciudad #BestinTravel 2016
Nashville, la ciudad de la música sabe hacerlo bien: cumple con las expectativas de todo viajero a la vez que las da la vuelta. El country sigue siendo el alma del lugar, pero Nashville vive un veloz aburguesamiento a medida que nuevas fuerzas creativas se instalan, atraídas por un nivel de vida más asequible y ofertas laborales en tecnología, asistencia médica e industria del automóvil. Los crooners del bajo Broadway aún cantan al desamor y a la pena, pero los demás se apuntan a la marcha que tiene esta revitalizada ciudad sureña.
Si el viajero cree que Nashville es rasgueo de guitarras, pelazos y canciones de desamor, tiene razón (en parte). El country sigue siendo el alma de la ciudad de la música; y con cantantes como Taylor Swift, este estilo musical, pasado de moda hace un tiempo, revive con más fuerza que nunca. Pero fuera de los locales del bajo Broadway se descubre el nuevo sonido en la ciudad: el del martilleo de las obras, la cháchara en la última inauguración del nuevo restaurante o galería de arte y, el más estruendoso de todos, el energético runrún de los nuevos negocios.
Nashville vive un largo período de crecimiento económico y es un flamante ejemplo de la recuperación económica de EE UU. Hordas de gente joven se van a vivir a la ciudad por la música, el acogedor estilo de vida sureño, las oportunidades laborales y porque el coste de vida es muy asequible. Con el boom de la tecnología, la asistencia médica y la industria del automóvil, Nashville ha sido elegida como una de las siete ciudades estadounidenses para iniciar la Google for Entrepreneurs Tech Hub Network, y se ha convertido en una auténtica placa de Petri para las empresas noveles.
Son buenos tiempos en Nashville y hay que aprovecharlos. Mientras los crooners del centro siguen entonando temas lastimeros, los creadores de tendencias abren cervecerías modernas, tostadores de café y tiendas de moda alternativa, o transforman almacenes abandonados en locales creativos.
Marcas a la última como Eventbrite, Warby Parker y Lonely Planet han abierto oficinas en la ciudad, y un montón de diseñadores, directores de cine y otros seres creativos llegan en masa para descubrir el porqué de tanto revuelo. La gastronomía, en particular, está irreconocible: mientras los carnívoros no deberían perderse las barbacoas típicas de la región y los meat and three, aclamados chefs crean un panorama brillante (Rolf & Daughters, Husk Nashville y Catbird Seat ya han aparecido en las listas de los mejores nuevos restaurantes de la ciudad). ¡Hay que reservar con antelación!
Los peregrinos de la música estarán en el séptimo cielo: en el sorprendentemente sencillo Music Row se puede visitar el estudio donde grabaron sus éxitos Dolly y Elvis; después se puede ir al Third Man Records de Jack White a comprar unos vinilos. Si se consigue entrada, las actuaciones aquí son legendarias: la Blue Room es la única sala del mundo en la que se graba en directo en disco de acetato durante un concierto. Y para disfrutar del Grand Ole Opry, el Ryman Auditorium, ‘la iglesia madre’ de la música country, tiene una acústica que elevará al viajero hasta reinos espirituales.
Corbatas tejidas a mano de Otis James, helado Brambleberry Crisp de Jeni’s, cinturones de piel Emil Erwin, polos gourmet mexicanos… Si es artesanal y especializado, está aquí.
La fibra de Google. Llega la fibra, aunque todavía es un misterio cuándo va a estar disponible la nueva generación de internet superveloz.
- La única réplica a escala real del Partenón de Atenas está en el Centennial Park de Nashville.
- Según la leyenda, Roy Orbison se inspiró para escribir Pretty Woman al ver a una mujer espectacular por la ventana de su apartamento de la 8ª Avenida.
- Printers Alley se convirtió en epicentro de la marcha nocturna cuando los trabajadores de las imprentas de la zona salían a tomar algo mientras las máquinas imprimían.
El Lane Motor Museum ofrece una exposición de la A a la Z de fabulosas rarezas automovilísticas. Incluye la mayor colección de coches checoslovacos fuera de Europa y el automóvil más pequeño del mundo. Coches burbuja, microcoches, coches de madera, coches con hélices y coches anfibios: el sueño de los fans del motor, del Amphicar (la A) al Zündapp (la Z).
Cuenta la leyenda que la aportación culinaria más famosa que Nashville ha dado al mundo surgió por una venganza. Cuando, una noche, el mujeriego Thornton Prince regresó a su casa más tarde de lo habitual, su novia le echó una dosis extra de pimienta picante al pollo frito. Pero no le salió a cuenta, ya que a él le gustó tanto que abrió un restaurante especializado. Desde entonces, Prince’s Hot Chicken Shack sirve sabrosos platos de pollo picante y sándwiches de encurtidos. Un sitio sencillo e indispensable.
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