Best in Travel 2016
Cada año, los expertos en viajes de Lonely Planet escrutan concienzudamente cientos de recomendaciones en busca de los mejores destinos del momento. Nuestros autores y editores, así como la comunidad de viajeros, se han estrujado el cerebro para dar con las 10 regiones de ineludible visita en el 2016.
¡Descubre #BestinTravel 2016!
1. Transilvania, Rumanía. Montañas y arte de vanguardia en la tierra de Vlad
Que el viajero aparte el crucifijo y se deje de ajos, no los va a necesitar en la Transilvania de hoy, que vence estereotipos. Aún se ven carretas de caballos por el campo, pero pronto compartirán las carreteras con taxis Uber que transporten turistas a alojamientos Airbnb de lo más chic. Hay que mirar más allá de las camisetas del conde Drácula para ver el creciente número de galerías, estaciones de esquí con buena relación calidad-precio y épicos circuitos por la naturaleza.
2. Oeste de Islandia. Grandes aventuras en una tierra de gran belleza
El oeste de Islandia reúne todo lo que convierte a este país en un lugar único. Glaciares envueltos en nubes, escarpados campos de lava, atronadoras cascadas… a tan solo 2 h en coche de Reikiavik. A pesar de ello, es una región que no figura en los radares de los turistas. Puede que el 2016 sea el año del oeste, ya que Into the Glacier, una cueva de hielo artificial en el glaciar Langjökull, se abrirá al público.
3. Valle de Viñales, Cuba. Lo mejor de la Cuba tradicional
Que Cuba se está abriendo al mundo no es ninguna novedad, pero la gente conoce poco más que la decadente y encantadora ciudad de La Habana y las playas de Varadero. Para descubrir su lado menos conocido hay que visitar el valle de Viñales, donde los granjeros siguen arando la tierra con bueyes en un paraje protegido por la Unesco. Se puede ir de excursión, a pie, a caballo o en bicicleta a recorrer los fantásticos mogotes (formaciones rocosas) y después dejarse caer en una tumbona en un porche y soñar despierto antes de dar buena cuenta de una comida casera en la casa particular donde uno se aloje.
4. Friuli, Italia. Una Italia muy distinta
A menos que el viajero sea un buen conocedor de vinos, este nombre no le dirá gran cosa, aunque Friuli (al noreste de Venecia) se ha ganado seguidores de culto. Las pintorescas rutas del vino de la región, que atraviesan un tablero de viñedos entre Udine, Gorizia y Trieste, abarcan desde sencillas mesas de granja donde sirven el último reserva en jarra, hasta elegantes comedores y catas verticales entre las viñas. En Friuli el terroir es un estilo de vida consagrado.
5. Isla Waiheke, Nueva Zelanda. El patio de recreo de los dioses
Solo está a 35 minutos en ferri desde Auckland, pero la isla Waiheke es una utopía de calas, playas, viñedos, sensibilidad bohemia y, sobre todo, diversión. Se puede reservar una bach (casa de veraneo) y, cuando no se esté catando vinos de alguna de las 30 bodegas de la isla, explorar el lado artístico y aventurero de Waiheke: hay más de 100 artistas dedicados a la escultura, el soplado de vidrio, la pintura y la talla de madera; y la isla es como un gran patio de juegos para los aventureros, con excelentes rutas de bicicleta de montaña, kayak y navegación a vela.
6. Auvernia, Francia. Estilo y sabor en el corazón rústico de Francia
Contemplando el espectacular paisaje volcánico de Auvernia, uno podría pensar que está en Islandia y no en el corazón de Francia; aun así esta región suele pasar desapercibida para los viajeros. Pero eso va a cambiar, Auvernia se reinventa con una serie de ambiciosos proyectos artísticos y una oferta creciente de aventuras al aire libre. Mientras el arte conceptual invade sus espacios naturales, el panorama culinario redefine su reputación cambiando los platos hipercalóricos de montaña por cocina innovadora.
7. Hawái, Estados Unidos. Hawái, mejor que nunca
La arena y el surf de Hawái no necesitan presentación alguna, pero el año que viene el archipiélago amplía sus atractivos para los amantes de la buena comida, la historia y la aventura. El movimiento culinario Hawaii Regional Cuisine, que nació en los años noventa, se ha convertido en todo un estilo de vida; los isleños se preparan para el 75 aniversario del ataque a Pearl Harbour; y dos de los mayores puntos de interés, el Parque Nacional Haleakalā y el Parque Nacional Volcanoes, cumplen 100 años. Se esperan grandes celebraciones.
8. Baviera, Alemania. El ruidoso cumpleaños cervecero de Baviera
Baviera: castillos de cuento, bosques mágicos, aldeas medievales… un tapiz inacabable de caprichos turísticos entre los Alpes y Franconia, en el estado más modélico de Alemania. La capital de la región, Múnich, cautiva por sus grandes jardines, excelentes museos, grandes palacios y, cómo no, por la Oktoberfest, el mayor festival de la cerveza del mundo. Pero en el 2016 la cerveza va a tener más protagonismo que nunca, ya que Baviera celebrará el 500 aniversario de la Ley de Pureza de la Cerveza.
9. Costa Verde, Brasil. El antídoto remoto de la fiebre olímpica de Río
En el 2016 todas las miradas estarán puestas en Río de Janeiro, sede de los Juegos Olímpicos, pero unos pocos kilómetros al oeste de esa metrópolis hay un prístino tramo de costa compuesto por picos de color esmeralda, islas apacibles y playas casi desiertas. La Costa Verde de Brasil es un paraíso para los amantes de la naturaleza y de la adrenalina. Ofrece excursiones por montes cubiertos de jungla, kayak en fiordos remotos y buceo en compañía de un sinfín de peces, algunos de los cuales podrían ser la cena del viajero esa misma noche.
10. Isla de Santa Helena, Océano Atlántico. Vivir el momento evolutivo de una remotísima isla
Uno de los destinos más remotos lo será menos a partir del 2016. La isla de Santa Helena, accesible solo por mar, contará con un aeropuerto muy esperado. No se prevé que el turismo invada esta mota de tierra del océano Atlántico Sur, pero, por si acaso, los isleños construyen un hotel de 32 habitaciones. Nada cambiará el relajado ritmo de la isla, ni menguará el encanto de un lugar tan curioso hoy como cuando Charles Darwin lo visitó en 1836.