Aysén: cómo explorar la región glaciar de la Patagonia chilena
En los extremos septentrionales de Patagonia, a menudo ignorados, se halla Aysén, la región menos poblada de Chile, con 1 habitante por km cuadrado. No hay mucha gente, pero sí hielo en abundancia. Glaciares azulados e imponentes, de los que se encuentran en pocos rincones de este cada vez más caliente planeta.
La Carretera Austral, de 1240 km es la única vía para entrar y salir de Aysén por tierra. Se extiende desde el pueblo pescador de Puerto Montt, en el norte, descendiendo hasta el fronterizo pueblo gaucho de Villa O’Higgins, en el sur. Recorrer el escabroso terreno de la Carretera Austral, pasando por colinas de bosque lluvioso y fiordos nublados se ha convertido en uno de los viajes por carretera más icónicos de Sudamérica; un viaje que todo buen viajero querrá realizar tarde o temprano.
Puerto Montt, Aysén, Chile © She Paused 4 Thought / www.flickr.com/photos/shepaused4thought/16991773091
Ahora es el momento de visitar los glaciares que esculpieron este espectacular paisaje antes de que desaparezcan. Acurrucado entre los campos de hielo patagónicos Norte y Sur (que, en conjunto, forman la tercera mayor reserva de agua dulce del mundo), Aysén es el epicentro de la región de los glaciares de Chile. La mitad de su territorio está protegida por parques públicos y privados (incluido el recién inaugurado Patagonia Park, creado por el malogrado fundador de The North Face, Doug Tompkins), y la región alberga una gran parte de los 24 133 glaciares chilenos.
Muchas de estas majestuosas cascadas de hielo retroceden al ritmo alarmante de 15 m por año. Hasta ahora, visitarlos nunca había sido tan fácil gracias a las nuevas rutas desarrolladas por los operadores turísticos locales, cuyo objetivo es concienciar al mundo de lo que está a punto de perderse.
A continuación, se explica cómo explorar 5 de los glaciares más espectaculares de la poco visitada región de Aysén utilizando la Carretera Austral como arteria principal a través del campo de hielo Patagónico Norte.
1. Ventisquero Colgante
Ventisquero Colgante, Aysén, Chile © Javier Vieras / www.flickr.com/photos/jvieras/8423082373
En la linde norte de Aysén, dentro de los bosques de hoja perenne del Parque Nacional Queulat, se encuentra uno de los glaciares más reconocibles de Chile, el Ventisquero Colgante. Este glaciar ha retrocedido tanto que hoy se halla sobre un acantilado, vertiendo el agua de su deshielo sobre la azulada Laguna Tempanos. Es buena idea llevarse algo de comer y recorrer los 6 km de la Moraine Trail para verlo de cerca. También es posible organizar una excursión en kayak con Experiencia Austral a Laguna Tempanos y llegar hasta la base del glaciar. Si tras la excursión uno se siente cansado, que se relaje en las Termas del Ventisquero, una serie de manantiales cerca de la entrada del parque. Tiene cuatro piscinas a orillas del fiordo Puyuhuapi, cuyas aguas, nutridas por glaciares, son notablemente más frías para aquellos que se atrevan a bañarse.
2. Exploradores
Cuevas de mármol, lago General Carrera, Aysén, Chile © Alberto Loyo / Getty Images
Es buena idea desviarse un poco de la Carretera Austral en Puerto Rio Tranquilo (donde se hallan las maravillosas cuevas de mármol del lago General Carrera) para adentrarse en Valle Exploradores y visitar el glaciar del mismo nombre. Esta nueva carretera llega al cruce del río que va a la laguna de San Rafael, y es impresionante por las vistas que ofrece del valle, los rápidos del río y las hojas de nalca gigantes que buscan llamar la atención. Sin embargo, la estrella del lugar está a 52 km hacia el interior, en el mirador del Glaciar Exploradores, que no solo ofrece una amplia panorámica del glaciar sino que también permite avistar el vasto abismo blanco que es el campo de hielo Patagónico Norte. Exploradores es solo uno de los 17 glaciares que contiene este campo, y la mejor manera de verlos a todos es desde la plataforma de observación, a 25 min andando.
3. San Rafael
San Rafael, Aysén, Chile © Espiritossanto / Getty Images
Para ir a la remota laguna de San Rafael, sede del glaciar más enigmático de Aysén, es necesario reservar un circuito en Puerto Río Tranquilo. El trayecto requiere transporte a ambos lados del blanquecino río Exploradores, un cruce rápido en ferri y un recorrido en barco entre icebergs del tamaño de un camión hasta acercarse a la cambiante cara de San Rafael. Este descomunal glaciar traza un sendero de 16 km a través de un bosque pluvial patagónico virgen antes de vaciarse en una laguna de color pizarra, reponiendo sus gélidas aguas cada pocos minutos con cascadas de hielo recién fragmentado. La nueva ruta para ver este glaciar desde Puerto Río Tranquilo tiene menos de tres años. Ahorra tiempo y dinero comparada con el viaje en catamarán durante la noche desde Puerto Chacabuco (más al norte) y ofrece una experiencia más íntima. El viaje puede organizarse en la ciudad, con Destino Patagonia o con Turismo Río Exploradores.
4. Cerro Castillo
Villa Cerro Castillo, Aysén, Chile © M M / www.flickr.com/photos/43423301@N07/10861527074
Los glaciares más próximos a la capital de Aysén, Coyhaique, yacen entre las agujas del cercano Cerro Castillo. La ruta de cuatro días que rodea esta formidable montaña atrae cada vez a más caminantes solitarios que huyen de las aglomeraciones de mochileros en los senderos de Torres del Paine, más al sur. El recorrido, de 43 km, pasa por tres grandes glaciares, lagunas turquesas y elevados pasos alpinos que frecuentan los huemules. Si el viajero no tiene ni el tiempo ni las fuerzas para una travesía larga siempre puede contemplar los glaciares de Cerro Castillo al estilo gaucho, en una ruta a caballo de medio día. Cinco establos de la pequeña localidad de Villa Cerro Castillo organizan salidas, y los circuitos deben reservarse en persona al llegar.
5. Calluqueo
Calluqueo, Aysén, Chile © www.lordpatagonia.wixsite.com
Antaño inaccesible, el principal glaciar que corona el segundo pico más alto de la Patagonia, el monte San Lorenzo, se ha abierto al turismo en los últimos años gracias a la construcción de una nueva carretera que, un día, servirá de atajo entre el núcleo regional de Cochrane y Villa O’Higgins, el punto final de la Carretera Austral. Se puede subir a un mirador del glaciar a 33 km de Cochrane si se viaja en vehículo propio, pero hay que reservar un circuito desde la ciudad si se quiere cruzar el lago de morrena en lancha y ver el glaciar de cerca. Jimmy Valdés, nativo de Cochrane, trabaja en Lord Patagonia y ha ayudado a abrir rutas de senderismo en Calluqueo. Es el mejor acompañante para todo aquel que desee calzarse los crampones y aventurarse por las fisuras de este gran reino de hielo. Valdés suele incluir cerveza artesanal entre las provisiones, elaborada con agua de los glaciares, para culminar la experiencia.
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