A unas 3 h de vuelo de Europa, Argelia es uno de los destinos cercanos más interesantes para el viajero aventurero.
¿Qué no te puedes perder?
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Ver las dunas más hermosas del Sáhara argelino en Timimoun y en el Gran Erg Occidental, un mar de dunas dos veces más grande que Bélgica.
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Ir de excursión con un guía tuareg para ver las formaciones rocosas de Tassili n’Ajjer.
Pinturas rupestres más antiguas de Sahara sefar, Tassili n'Ajjer, Argelia © Hamdi Oussama/Shutterstock
Argelia ofrece viajes en tren nada turísticos, yacimientos romanos bien conservados y bellas ciudades históricas, como las ciudadelas cimeras de color pastel del valle del M’Zab, donde se han prohibido los selfis para evitar convertirlas en otro ‘destino de Instagram’.
Pero el gran protagonista de Argelia es el desierto del Sáhara. Este sobrecogedor paisaje de catedrales rocosas, mares de arena y cañones erosionados se extiende a lo largo de 1610 km y alcanza su punto culminante en Tassili n’Ajjer, cuna de la cultura nómada tuareg y una de las grandes colecciones de arte rupestre del mundo.
A veces las pegas burocráticas para entrar en el país también parecen prehistóricas, pero el Argelia vuelve a ser un lugar seguro para visitar, y para quien se atreva a ir la recompensa es inmensa: una experiencia asequible, sin multitudes y con algunas de las vistas más espectaculares del continente africano.
La tribu Touareg retratada en su aldea ©robertonencini/Shutterstock