Este viaje abarca lo mejor de la costa caribeña de México, desde el ajetreo playero y nocturno de la Riviera Maya hasta el aletargado encanto de las aldeas de la costa maya. Magníficas ruinas, cuevas y opciones para el buceo y el submarinismo dan un toque de acción a unas vacaciones de playa.
Se vuela a Cancún y se va directamente a las tranquilas playas de Isla Mujeres donde se puede bucear, tras una escapada a Isla Contoy, un parque nacional excelente para la observación de aves y, de junio a septiembre, para nadar con los tiburones ballena.
Otra opción es ir a Playa del Carmen, con sus bonitas playas, sus actividades subacuáticas y su animada vida nocturna. También es el punto de partida para llegar a las zonas de inmersión de Cozumel. Si se viaja con niños, se puede pasar un día en la granja de tortugas de Isla Mujeres, en uno de los cercanos ecoparques, como Selvática con sus 12 tirolinas entre la jungla, o en Crococun en Puerto Morelos, un zoo interactivo con cocodrilos y monos salvajes. La siguiente parada es Tulum, con una de las playas más perfectas de México y yacimientos mayas. Cerca de allí están las pirámides y templos de Cobá, además de la Reserva de la Biosfera Sian Ka’an, rica en fauna. Al sur de Tulum la costa es menos turística que la Riviera Maya. Se puede ir al tranquilo pueblo de Mahahual para sumergirse en el atolón de coral Banco Chinchorro, o a la aldea de pescadores de Xcalak, excelente base de deportes acuáticos. Tras pasar tres noches en uno de los dos lugares, se puede elegir entre pasar una cuarta o ir a disfrutar de la vida nocturna de Cancún.