Baja California, la segunda península más grande del mundo resulta ideal para un viaje por carretera, con 1200 km entre preciosos pueblos junto a una espectacular costa. Sus ciudades coloniales, excelentes opciones de buceo y algunos de los mejores tacos de pescado imaginables realzan sus encantos.
Se puede disfrutar de un día típico en la calle en Tijuana antes de continuar al sur por la ruta vinícola del valle de Guadalupe, donde visitar viñedos y probar caldos excepcionales. Después se realiza una parada en Ensenada, se saborean excelentes tacos de pescado y se pasea por las calles comerciales antes de seguir al sur por el espectacular paisaje desértico de la carretera Transpeninsular. Si se coincide con la época de migración (dic-abr), se debe participar en un circuito de observación de ballenas en Guerrero Negro. Otra opción sería ir más al sur y desviarse hacia Sierra de San Francisco para ver los antiguos petroglifos de sus cuevas.
Se sigue hacia el sur, se pasa por San Ignacio y se para en Mulegé para remar por el mar de Cortés. La carretera abraza la costa de camino a Loreto, donde se puede pasar uno o dos días entre tiendas de artesanos, restaurantes magníficos, arquitectura antigua y una misión del s. xvii. De nuevo hacia el sur, la carretera pasa por varias playas espectaculares antes de adentrarse en el interior y llevar hasta los encantos vírgenes de La Paz. Se puede pasar un día practicando kayak y buceo frente a la isla de Espíritu Santo o nadar con tiburones ballena (oct-mar).
A continuación se para en Todos Santos, preciosa localidad con antiguos molinos de caña de azúcar, para dirigirse después a Cabo San Lucas. Antes de disfrutar de sus bares, hay que divertirse con actividades playeras, como la banana o el parasailing. Y no hay que dejar de tomar un barco hasta el Arco para admirar esta maravilla. Si se necesita un respiro, se puede ir a San José del Cabo, versión tranquila, con su atractiva iglesia colonial, sus galerías de arte y algunos buenos restaurantes, o se puede optar por sumergirse para ver de cerca el arrecife de Cabo Pulmo.