Antaño fue una colonia hippy, pero ahora su población es más de clase media. Es un lugar agradable para explorar, con fascinantes tiendas y cafés, y un ambiente tipo pueblo. Es especialmente atractivo por la noche, cuando sus habitantes abarrotan las mesas al aire libre de bares y restaurantes. Coconut Grove da a la bahía, con un bonito puerto deportivo y agradables zonas verdes.
Se pueden evitar las aglomeraciones visitando pronto el Vizcaya Museum & Gardens, que alberga uno de los edificios más bonitos de Miami y dando un tranquilo paseo por sus terrenos con vistas a la bahía. Luego se va al centro de Coconut Grove para tomar un desayuno tardío en el GreenStreet Cafe.
Para quemar esas tortitas se da un paseo por los jardines del Kampong; hay que reservar con antelación, pero vale la pena hacerlo para ver sus jardines ornamentales. Después se puede echar un vistazo a tiendas alternativas, como Polished Coconut, y visitar las tiendas del CocoWalk, para almorzar luego en el Spillover, un bistró con ingredientes cuidadosamente seleccionados.
Sobre el atardecer, es buena idea acomodarse en la terraza entarimada junto al océano del Monty’s Raw Bar, con ofertas durante la happy hour, como ostras a 1 US$, y demorarse un rato para ver cómo cobra vida a medida que los clientes habituales socializan tomando copas. Después, se puede cenar en el Boho, un lugar genial para probar la cocina de Grove en su versión más creativa.