Tres días se dedican a gozar de la cultura y la gastronomía de Belgrado, de los que al menos hay que reservar una noche para salir a explorar sus locales legendarios. Se continúa hacia el norte para visitar la tranquila Novi Sad, así como los viñedos y monasterios del Parque Nacional de Fruška Gora y Sremski Karlovci. La ruta por Voivodina culmina dedicando un día al rico patrimonio art nouveau de Subotica.
Una semana

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