Día 4

Se pone rumbo hacia la orilla izquierda y se pasea por el Parc de la Tête d’Or, entre una zona de llanura africana y rosaledas. Se hace un pícnic o se almuerza en el Café du Peintre. Se admiran la antigua Gare des Brotteaux y los inmuebles burgueses del barrio y se va hasta Monplaisir, donde nació el cine. Se visita el Institut Lumière y luego se visita la Guillotière, una encrucijada de culturas. Allí hay agradables bares y restaurantes a precios asequibles. Por la noche se visitan las barcazas-bares del Ródano. Se saborean los rones arreglados de La Passagère, se disfruta de los conciertos del Sirius y se prosigue la noche en La Marquise.

 

Tienda