A primera hora se sube hasta la Basilique Notre-Dame de Fourvière para disfrutar de las vistas de la ciudad. Se visita la basílica y luego el yacimiento galorromano de Lugdunum. Se baja por la montée du Gourguillon, se admira la Cathédrale Saint-Jean y luego se recorren los ‘traboules’. Se visitan rápido los Musées Gadagne y se almuerza en el bouchon Aux Trois Maries. Luego se va hasta la Île Barbe bordeando las orillas del Saona en bicicleta y se contempla el paisaje natural. Se disfruta de la tarta de pralines de Jocteur antes de ir por la noche a la Presqu’île, donde hay multitud de restaurantes y bares.