Este circuito lleva a través de comunidades de habla sueca y finlandesa hasta localidades de madera y brillantes aguas azules.
Desde Helsinki, se para en las fundiciones de hierro en Fiskars, cerca de la playa familiar de Ekenäs. Después, se visitan las nobles villas de madera de Hanko, donde en tiempos veraneó la sociedad de San Petersburgo. Turku cuenta con muchos atractivos, al igual que el archipiélago que la rodea y la pintoresca Naantali. Más alejada de la costa, Åland permite practicar ciclismo y aprender historia marítima.
El Museo de Uusikaupunki destaca por su irónico humor, mientras que Rauma cuenta con edificios de madera. Pori alberga un animado festival de jazz. El siguiente litoral es la “Suecia paralela”: la primera parada es Kristinestad, de mayoría suecoparlante. Vaasa posee un excelente museo. Al oeste, el archipiélago de Kvarken es un paisaje en constante cambio.
El casco antiguo de Jakobstad es tan bello como Rauma. El espléndido litoral se extiende hacia el norte hasta Oulu. La isla de Hailuoto es ideal para relajarse junto a la playa de arena.