Entre tres países
Desde La Seu d’Urgell se puede descubrir el Principado de Andorra y luego seguir hacia Francia por el Pas de la Casa para conocer la parte más meridional de la Occitania gala y terminar en Mont-Louis, pasando de camino por Llívia, enclave español en territorio francés por obra y gracia del Tratado de los Pirineos, firmado en 1659.
1 La Seu d’Urgell
Presidida por la imponente catedral de Santa Maria d’Urgell, esta bella ciudad merece una sosegada visita a su casco antiguo, con calles porticadas que han sabido mantener su aire pretérito, y al Passeig de Joan Brudieu, el mejor lugar a muchos kilómetros a la redonda para tomar un aperitivo al mediodía. Desde aquí parte la ctra. N-145, que discurre junto a río Valira y que es la única puerta de entrada a Andorra desde Cataluña.
2 Andorra la Vella
La capital andorrana precisa al menos dos días de estancia, pues su centro constituye un gran eje peatonal repleto de perfumerías, boutiques y tiendas de electrónica. Pegada a la ciudad está Escaldes-Engordany, con su centro termal Caldea, donde darse un largo baño relajante.
3 Ordino
Tras conocer a fondo Andorra la Vella, es hora de visitar la mitad occidental del principado siguiendo la carretera que lleva a La Massana y luego siguiendo el desvío de Ordino, para muchos el pueblo más bonito de Andorra. En estos parajes, la naturaleza se presenta agreste, con espesos bosques que se abren para acoger las pistas de esquí de Ordino Arcalís y, más al oeste, las de Vallnord-Pal Arinsal.
4 Canillo
De vuelta a Andorra la Vella, hay que enfilar hacia el norte para descubrir los pueblos de Encamp y Canillo; cerca de este último se levanta la basílica santuario de Meritxell, donde se venera la imagen de la Virgen de Meritxell, patrona del país. También cerca de Canillo se encuentra el Funicamp, el funitel más largo de toda Europa, que en 25 min asciende a las pistas de esquí de Grandvalira.
5 Pas de la Casa-Porté-Puymorens
Siguiendo la carretera, sinuosa en su extremo superior, se asciende al Pas de la Casa, puerto de montaña desde donde se alcanzan amplias vistas de Andorra y punto fronterizo con Francia. Ya en territorio galo, pronto aparece Porté-Puymorens, pueblo con una célebre estación de esquí, rodeado de altos picos a modo de recordatorio de que la enorme cordillera de los Pirineos constituye toda una frontera natural entre la península Ibérica y el resto de Europa.
6 Llívia
En una larga y pronunciada pendiente, la carretera baja hasta Latour-de-Carol y Ur y luego se llega a Llívia, un municipio español rodeado de territorio galo por todas partes, consecuencia del Tratado de los Pirineos de 1659, que marcó los límites fronterizos entre España y Francia. El pueblo es conocido por la Farmacia Esteve, de origen medieval, la más antigua de Europa (se tienen noticias de ella desde 1594), hoy convertida en un museo.
7 Mont-Louis
La última cita de este itinerario, de nuevo en territorio galo, es Mont-Louis, la villa fortificada a mayor altitud de Francia, fundada en el s. XVII y declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, toda una joya de la arquitectura militar. Perfectamente conservada y con el encanto propio de los pueblos franceses de montaña, un paseo por su recinto amurallado evoca tiempos muy lejanos.