Los principales destinos de Myanmar son la base de este itinerario, que incluye un trayecto en tren, otro en barco, y relax junto al bello lago Inle.
Se vuela a Yangón y se pasa allí un par de días para aclimatarse. Se recorre el centro histórico en un circuito a pie, se descansa junto al lago Kandawgyi y se visita Shwedagon Paya en la puesta del sol. Se cruza el río Yangón hacia Dalah, un pedazo de la Myanmar rural.
Se toma el tren nocturno a Mandalay. En tres o cuatro días se pueden visitar los puntos de interés de la antigua capital e ir de excursión a sitios como Mingun, que alberga una gran estupa resquebrajada por un terremoto; el puente de U Bein en Amarapura; y Monywa, donde se puede subir por dentro del Buda erguido más alto del mundo hasta media altura.
El barco rápido de Mandalay a Bagan es una opción; se necesitarán tres días para explorar los miles de templos del lugar. Para disfrutar de vistas espectaculares, lo mejor es montar en globo o subir al sagrado monte Popa.
Se vuela al bonito lago Inle y se visitan sus mercados flotantes en canoas a motor. Una buena excursión de un día es ir a la cueva Shwe Oo Min, cerca de Pindaya, para ver 8000 imágenes de Buda o recorrer una ruta de senderismo suave.