Por su tamaño relativamente pequeño, Jordania es apta incluso para una escapada corta, sobre todo si se alquila un coche. Esta ruta abarca la mayoría de los lugares importantes de la carretera del Rey, la antigua columna vertebral del país.
El primer día se descubre la Jordania moderna en los zocos de Ammán. El segundo día se reconstruye la historia bíblica en la ciudad de los mosaicos de Madaba y, como Moisés, se contempla la Tierra Prometida desde el cercano monte Nebo.
El tercer día se siguen las caravanas de la historia por la carretera del Rey, se cruza el impresionante Wadi Mujib y se visitan los castillos de los cruzados de Karak y Shobak, tratando de oír los fantasmagóricos cascos golpeando contra los adoquines.
El cuarto día se entra temprano a Petra por el Siq. Y el quinto se accede por detrás y se admira el atardecer en el emblemático Monasterio, para después ir hasta la ciudad costera de Aqaba (2 h). Al sexto día se deja el polvo del desierto en el espectacular mar Rojo, antes de volver a Ammán (4 h por la carretera del Desierto). El séptimo día; si se sale temprano, se puede almorzar en Wadi Rum de camino.