Estrenar la aventura angelina recorriendo las estrellas favoritas del Paseo de la Fama y tocando las famosas improntas del Grauman’s Chinese Theatre. Si se siente curiosidad por el atrezo, vestuario y la historia del cine, hay que ir al Hollywood Museum y almorzar en el Musso & Frank Grill.
A continuación, aumentar las posibilidades de ver famosos en carne y hueso en las modernas tiendas de ropa de Melrose Ave. Si el viajero es más aficionado a Kandinsky que a Kardashian, puede cambiar las tiendas por el superlativo Los Angeles County Museum of Art.
Tras cenar en el Pump, tomar unos dirty martinis en el Bar Marmont, entregarse a la carcajada con los comediantes nocturnos de la Laugh Factory o salir de fiesta con los chicos guapos de WeHo y sus admiradores en el popular The Abbey.