Son muchos los visitantes que evitan El Cairo y vuelan directos a Luxor, el mayor museo al aire libre del mundo. Hay mucho por ver allí antes de ir unos días de crucero por el Nilo, la forma más relajada de ver Egipto.
En Luxor se pueden pasar dos días en la orilla este visitando Karnak, el templo de Luxor y el brillante Museo de Luxor, además de pasear por su zoco. Los días siguientes es buena idea pedalear por la orilla oeste del río, cuyos grandes puntos de interés incluyen el Valle de los Reyes, el Ramesseum y el templo funerario de Hatshepsut. Conviene reservar fuerzas para los puntos de interés menos visitados, como Medinat Habu, las tumbas de los Nobles y Deir Al Medina, igual de gratificantes.
La segunda semana se navega por el río durante cuatro días rumbo a Asuán en una falúa económica o en una lujosa dahabiyya; la opción más rápida es ir en taxi, parando en los templos por el camino. Desde Asuán se pueden visitar los templos de Abu Simbel, sobre el lago Nasser.